Editorial: Signo editores
Páginas: 189
Fecha de publicación: 2010 (1ª publicación 1861)
Silas Marner se publicó en el año 1861, bajo la firma de George Eliot, nombre masculino que empleó la autora, Mary Anne Evans, para que sus obras fueran valoradas por sus méritos literarios, en lugar de ser juzgadas por su condición de mujer.
Nos encontramos ante una historia escrita en tercera persona, con un narrador indiscutiblemente presente a lo largo de la obra, que relata la vida de un hombre avaro que evoluciona hasta convertirse en generoso y compasivo.
Al lector actual no le pasaría inadvertido que se trata de una novela cuyos rasgos caracterizan la época en la que se escribió como queda sobradamente manifiesto en las conversaciones mantenidas entre Silas y Eppie, unos diálogos que avivan las emociones hasta el punto de rozar la sensiblería y que dotan de dramatismo las escenas más tristes, recurso que emplea la decimonónica autora, eso sí, con cierta mesura por lo que resulta efectivo.
Aun teniendo presente que algunos de los sucesos que componen la trama serían suficientes para incluir la novela dentro del género romántico, queda patente, en el conjunto del relato, que el objetivo de George Eliot no fue simplemente el de narrar una historia de amor, puesto que describió la situación en la que se encontraban muchas mujeres que, en la alta sociedad y debido a las costumbres sociales, ejercían un papel más propio de parásitos que de seres pensantes.
Las diferencias sociales en la época victoriana es otra de las cuestiones que George Eliot aborda, así como los efectos de la religión, como no podía ser de otro modo, sobre la vida de las personas que conducen sus vidas de acuerdo a las creencias e imperativos morales.
El estilo de la autora me parece impecable. Sus frases largas se suceden en pleno dinamismo, lo que agiliza la lectura. La trama está planteada de forma que mantiene cierto grado de intriga y la información perfectamente dosificada.
Desde mi punto de vista, es una lectura recomendable y, pese al tiempo transcurrido, trata temas que corren parejos a nuestra actualidad.
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