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Petalografías

Sue Hubbell

Suzanne Hubbell, más conocida como Sue Hubbell, nació en 1935, en el seno de una familia de estudiosos de la naturaleza, y creció en Kalamazoo, Michigan. Fue bióloga de formación y ejerció como bibliotecaria en una universidad norteamericana, hasta que en un momento de su vida ella y su marido deciden abandonar la ciudad y la vida que habían llevado hasta entonces para marcharse a vivir a los bosques, a las montañas Ozarks, en los EE UU.
Una piensa en lo que debió suponer abandonar sus profesiones, de bibliotecaria e ingeniero, y las comodidades de la vida moderna con cierto asombro, pero corrían los años setenta y el descontento general de la sociedad norteamericana por la Guerra del Vietnam, junto al deseo de hacer algo por frenar la barbarie incitaban a muchos estadounidenses a hacer algo por cambiar las cosas.
Tanto ella como su marido eran pacifistas convencidos y tal vez como forma de rebelarse y de insumisión decidieron mudarse a Misuri y empezar una nueva vida como apicultores, alejados del sistema capitalista y belicoso en el que se encontraban inmersos.
Sus vivencias en un entorno natural y salvaje inspiraron su obra, libros como Un año en los bosques o Desde esta colina, obras seleccionadas por The New York Times Book Review como libros destacados del año. traducidos al español y publicados por Errata Naturae para la suerte de muchos hispanohablantes.
En el primero relata precisamente esa experiencia como apicultora, como mujer que vive sola y debe enfrentarse a los medios, después del inmediato divorcio que sucedió al traslado del matrimonio al campo.
Es curioso que se diga de ella que autores como Henry David Thoreau o Witman influyeron en la decisión de vivir en los bosques, pero en una entrevista que aparece en El estado mental 6 de junio de 2016, la autora le comenta a la periodista Bárbara Mingo Costales que su mayor fuente de inspiración y mayor influencia en su decisión de abandonar la ciudad y trasladarme al campo fue la de su padre. Fue él mismo quien llevaba a la pequeña Sue al campo, durante los fines de semana, y le explicaba los procesos naturales de plantas y animales y las interrelaciones entre ellos. También contribuyó a que su amor por los perros y por el aire libre se avivara en ella.
Esta herencia paterna me hace recordar a autoras como la pionera en le género Susan Fenimore Cooper que heredó de su padre el gusto y la sensibilidad por la naturaleza, herencia que a menudo comparten las escritoras del Nature writting,
Además de sus libros citados escribió otras obras, además de nature writting, También escribió para The New Yorker y fue una colaboradora habitual en la columna «Hers» de The New York Times.
Sue Hubbell aprendió a manejar la motosierra para abastecerse de leña, a llevar su negocio de apicultora, a arreglar la camioneta y a vivir en un entorno más hostil que el de la ciudad. La demencia senil, en los últimos años de su vida, mermó sus facultades y finalmente murió a la edad de 83 años.
En la mañana del domingo del 9 de septiembre de 2018, como escribió Rubén Hernández, editor de Errata naturae, en su página de Twitter:
«…comió su último pomelo e informó a sus familiares, así como a su médico, que no iba a ingerir más alimentos…» Treinta y cuatro días más tarde moriría con el mismo valor que había vivido y en la misma soledad que la había acompañado durante momentos de su vida. Por mi parte, esperemos que se vaya traduciendo su obra, de la que seguiré hablando.

Publicado en Revista Letraheridos
https://letraheridos.es/2022/09/

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